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LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA

Actualizado: 12 dic 2020

Por: Maya Taylor García // Ig: @mayataylorgr


Aquarel / @a.quarel (Aturare Magazine Nº1)

Dalí pintó "La persistencia de la memoria" en 1931, se dice, que inspirado por el queso camembert. Como muchas de las obras surrealistas, más aún las de este autor, acarrean un gran simbolismo y por ello, los significados son infinitos. Con tan solo 28 años y, parece que en medio de un proceso alucinatorio, plasmó sus sueños en esta obra tratando así de hacerlos más cercanos y reales. El tiempo y la memoria son los temas centrales de esta obra también conocida como “Los relojes derretidos”, y quizás también la muerte. De hecho, hay dos conceptos que dominan la escena: lo duro y lo blando. Lo duro, persiste y resiste al paso del tiempo. Lo blando, se derrite y finalmente, desaparece. Los seres humanos somos seres mortales, en algún momento el tiempo se nos llevará, y acabaremos desapareciendo. La memoria, parece un concepto más perdurable, pues podrán recordarnos aunque nos hayamos ido.


La persistencia de la memoria (Salvador Dalí, 1931). https://www.salvador-dali.org

«Lo mismo que me sorprende que un oficinista de banco nunca se haya comido un cheque, asimismo me asombra que nunca antes de mí, a ningún otro pintor se le ocurriese pintar un reloj blando» -Salvador Dalí

En el cuadro vemos cuatro relojes. Uno de ellos, de bolsillo, boca abajo y cubierto de hormigas, puede que hable de la intrascendencia del tiempo o quizás del tiempo acabado, pues las hormigas suelen asociarse a la decadencia, la pérdida progresiva del tiempo que nos lleva a la muerte y a la posterior putrefacción de nuestros cuerpos, cubiertos de insectos y larvas. Encontramos estos insectos también en “Un perro andaluz”, cuyo significado aquí parece ser algo diferente. Idea de Dalí, quien soñó con hormigas correteando por su mano, afirman algunos críticos que en el corto de Luis Buñuel representan el deseo sexual, la homosexualidad, la última oportunidad para consumar el amor. También en la obra que nos ocupa podría ser éste el significado de las hormigas, postradas sobre un reloj de bolsillo que se porta cerca de los genitales.



Rostro del Gran Masturbador. https://www.salvador-dali.org

Los otros tres relojes, derretidos, reblandecidos, como se va quedando la memoria con el paso del tiempo. Lo blando, lo mortal, desaparece. Sin embargo, lo duro y firme permanece por mucho más tiempo. Cada reloj marca una hora diferente, queriendo decirnos aquí el autor, tal vez, que el tiempo es relativo. Pero son aparentemente cercanas, como si los relojes hubieran caído en ese paraje desde realidades distintas, o desde los cuerpos que los portaban, quedando ahora únicamente una memoria, debilitada, que se va derritiendo poco a poco. En el suelo vemos también un cuerpo o una cara, flácida, blanda, representando lo mortal. Quizás un símbolo de la muerte. Esta figura ha aparecido en otras obras del autor, como en “El gran masturbador” y también en “El enigma del deseo”. En cuanto a qué es, los críticos no se ponen de acuerdo. Hay quienes dicen que es un feto, y otros, la cara del propio autor.


«Desde ellos soy históricamente aquel que ha sabido resolver la ecuación espacio tiempo, pero todo mi arte traduce la calidad de la angustia más moderna, en cuanto expresión de un delirio que rebasa todos los dinamismos de lo real. El tiempo no se puede concebir sino el espacio» -Salvador Dalí

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